viernes, 5 de octubre de 2012

Oasis


(Por Rodrigo Fernández). "Siempre arranco pensando en una columna vertebral, que es un policial, pero después se va nutriendo de lo que necesita a la historia y luego le doy para adelante", dijo Leonardo Oyola en diálogo con EL POPULAR luego de la presentación de su última novela. Sentado entre las butacas del salón del Concejo Deliberante luego que el público se retirara, Oyola contó que ser escritor "me agarró sobre la marcha, laburando". "Cuando menos lo esperaba, estaba embarcado escribiendo una novela, la mandé sin pensarlo dos veces a un concurso, fui finalista, obtuve una mención, se publicó y después fueron pasando otras cosas en la vida, un poco más amargas", dijo, y recordó que "laburándolo en terapia me hicieron ver que era una oportunidad para realizarme haciendo algo que quisiese. Desdramatizar el tema de haber perdido el laburo, de la separación. Le apunté todos los cañones a esto, que me traía mucha paz".


"No sólo el tema de publicación, sino invitaciones a charlas. La primer charla que di en mi vida fue en España", evocó, y aseguró que "empezó todo como un efecto dominó y como dicen los pibes: no lo pensás, lo hacés. Creo que por suerte se dio y soy un tipo muy feliz". 



Si bien la carrera literaria de Leonardo Oyola empezaba a despegar, su lanzamiento oficial iba a llegar con el premio obtenido en la Semana Negra de Gijón por su novela "Chamamé". El autor reconoció que ese libro le cambió la vida. "Sobre todo la escritura de ese libro. Porque en un momento en que lo había perdido todo, haber escrito 'Chamamé' me terminó dando de todo. No sólo esta carrera, no sólo esos reconocimientos y los viajes, sino incluso hasta una pareja", y señaló a la escritora Alejandra Zina, autora de la novela "Barajas", que lo esperaba a un costado.

Los personajes de Oyola, si bien navegan en las aguas de lo marginal, tienen un férreo código de la amistad. Valores de barrio como la lealtad, la confianza o la palabra. "Todo lo que enumeraste anteriormente salió también de terapia", dijo el escritor, y sostuvo que "por ahí las dos primeras novelas eran un poco más tradicionales, pero lo que quise trabajar después era lo que me jodía: la traición, pero sobre todo el tema de los códigos".

Eso lo encontré siempre en las personas más humildes, que incluso no tiene una instrucción académica, que se aferran a cosas puntuales. Una de esas tiene que ver con valorar la amistad, valorar al otro. Me parece que de una manera inconsciente empezó a aflorar y mucho", apuntó, y agregó que "me gustaba ese tema. Tratar de recobrar eso que vi en la gente humilde, que es donde nos tocó crecer, donde hubo un momento que me tocó volver y que ahora a la distancia no sólo es la forma de honrar, sino de decir que es lo que quiero para todo, aplicarlo a todo". 



En "Krytonita", un grupo de delincuentes llegan con una herido grave una noche a la guardia de un hospital del Conurbano y se atrincheran hasta que llegue la madrugada. El libro tiene continuas referencias al mundo del cómic y Oyola contó que la idea surgió charlando con Juan Sasturain. "Me habló de ese tema y de una historieta de Superman, 'Hijo Rojo', en la que el tipo caía en la Unión Soviética y terminaba siendo un ícono del comunismo. Entonces empecé a pensar en llevarlo a Casanova, no como un chiste sino a ver qué onda y por qué". "El tema era, y que creo que siempre lo trato de poner en todos mis libros, que no tenés que mirar el pasado con odio. Tenés que estar en paz con quien fuiste, con lo que hiciste. Si querés volver al pasado y querés enmendar las cosas que hiciste mal, vas a hacer otras. Que no sea una cruz, tampoco si fue fulero que lo mires con una sonrisa pero que entiendas que fue pasado y que vos sos movimiento. Sos de ahora para adelante", sostuvo el escritor, que adelantó que ya casi tiene listo el borrador de su próxima novela: "Ultratumba". La trama transcurre en una cárcel de mujeres durante un motín, donde dos pabellones se disputan el control. En el momento que menos esperan el pabellón D, donde los internas con enfermedades terminales o problemas graves de adicción son enviadas a morir, resucitan. "Quería hacer una novela de zombies con la estructura del spaghetti western", finalizó.

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